viernes, 26 de agosto de 2016

No es un adiós, es un hasta pronto.


Último día de viaje, ya empiezan a salir a relucir la realidad que dejamos en Madrid hace 21 días y antes de que eso pase del todo y nos inunde de tal manera que sea difícil sacar un rato con la justificación eterna de lo ocupados que estamos con la cantidad de trabajo  que tenemos Nos gustaría pararnos un rato y recordar de alguna manera lo que han sido estos días por Argentina.

Son las 4 de la mañana y no puedo dormir. Son tantas las cosas que han ido pasando en estos días que la cabeza y sobre todo el corazón están un poco desbordados procesándolas. Son tantas personas con las que nos cruzamos, tantas historias, tantos paisajes, tantas aulas en las que poco a poco se fue tejiendo y dando forma el viaje, que ahora tumbado en la cama me resulta casi imposible recordarlas todas.

Me van saltando recuerdos sueltos... Vistiéndonos de apicultores, siendo entrevistados por un grupo de niñas en embarcación, recibidos como estrellas por aquella familia de Taco Pozo, gritando a Paquito para adelantar a un coche más grande y rápido, paseando por las calles de solidaridad, el asado en Bellavista...Entrando en mil aulas diferentes y sorprendiéndonos con las miradas curiosas que muchas no entendían quienes eran esas dos personas que iban con esas máquinas tan grandes y que hablaban tan raro ¿Qué idiomas hablás? ¿Sos de este planeta? ¿Por qué no dejan de usar la Z? y peor aún ¿por qué dicen VALE constantemente?

Gracias por dejarnos colarnos por unas horas en la realidad de cada una de vuestras escuelas y de vuestros barrios. Por ayudarnos a ver, a conocer una parte de Argentina que desconocíamos totalmente y que va a ser imposible que no compartamos y hagamos visible allá donde vayamos y gracias sobre todo por hacerlo con esa sonrisa constante y con esa facilidad. Es un regalo muy grande encontrarse con personas como todos vosotros.

No es fácil hacer un viaje como el que hemos hecho, el cansancio físico y emocional. Muchos kilómetros, a veces no en las condiciones más deseables, muchas historias complicadas e incomprensibles que generan un malestar e impotencia, enormes madrugones, muchas horas de trabajo al día... Sin embargo cada vez que llegábamos a cada una de vuestras escuelas todo eso quedaba en un segundo plano, los días han pasado volando entre entrevistas, charlas en las aulas con los más mayores y juegos con los más pequeños. Habéis tenido una paciencia enorme. Tanto los profesionales de los centros como todos vuestros alumnos y colaboradores. Ha sido una maravilla la colaboración que hemos recibido por cada uno de vosotros y lo que nos habéis facilitado el poder hacer nuestro trabajo. Muchas gracias por cuidarnos tanto. Gracias por ofrecernos la oportunidad de conoceros, de abriros en vuestros testimonios. Gracias por parar vuestras actividades diarias y dedicarnos el rato necesario para conocer vuestro día a día.

Es un lujo y un motivo de respeto escucharos a cada uno de vosotros: el interés que ponéis en vuestros alumnos, vuestra manera de afrontar las dificultades a las que os exponéis a diario, la fuerza y la ilusión que transmitís y más emocionante aún es cuando a continuación escuchamos a vuestros alumnos que agradecen de una manera tan espontánea y natural todo ese trabajo.

Esperamos que estéis muy orgullosos de ellos como debéis estarlo del trabajo que hacéis día a día. Nosotros, por lo menos, sí lo estamos de todos y cada uno de vosotros. Sois una parte muy importante del futuro de tanta gente... Desde lo poco que hemos visto en estos 20 días diríamos que sois una de las partes más sanas y bonitas de sus vidas y eso, es una gran responsabilidad que, desde nuestra humilde opinión, realizáis de una manera muy acertada. En un mundo rodeado de corrupción, drogas, pocas oportunidades, desinterés, falta de responsabilidad y de respeto, un mundo deprimido que se va consumiendo en sus propios errores entráis vosotros con vuestra luz y nuevas oportunidades de futuro para ellos y eso, sí que no tiene precio.

Antes de decir hasta pronto queremos pediros un último favor: Durante nuestras visitas muchos de vosotros habéis ido haciendo fotos y vídeos que no hemos visto, nos encantaría que las compartiérais con nosotros, son partes de nuestro viaje que nos encantaría ver.

Estos son nuestros facebooks  e instagram donde podremos seguir en contacto hasta que volvamos a vernos:

Facebook:



Muchas gracias de nuevo por abrirnos vuestra casa y dejarnos entrar hasta la cocina.

Poncho y Blanca

San Miguel


Pasamos la mañana con María, Raquel, Gabi y Sole en Fe y Alegría Buenos Aires, poniéndonos al día de tan largo viaje comentando anécdotas e intentando transmitir todo lo que hemos vivenciado estas semanas. A veces es difícil expresar con palabras tanto.
A medio día fuimos en el coche de Carol al Centro de Formación San Miguel  donde Sergio nos guió de taller en taller. Un concepto bastante diferente a lo que habíamos visto hasta ahora puesto que se trata de un centro de especialidades técnicas para adultos. Todos los alumnos tuvieron una gran disposición a la hora de hacerse las fotos, se colocaban y bromeaban. Pasamos unos ratos muy divertidos con los alumnos de albañilería o comiendo chipas recién horneadas del taller de cocina de la profesora Franca (Gracias Franca por tu paciencia con las fotos). Una tarde deliciosa.
Cerramos la noche con Ariel que nos acompañó a ver el resto de los cursos, en los que aprendimos a usar el torno, los alicates y a puentear las luces de un coche. ¡Esperamos que nos  con convaliden alguna asignatura!







Bella Vista


Este día fue un regalo de los últimos del camino.

Llegamos agotados y nos recibió el marido de Marilin y su hijo dormido en el asiento de atrás de la furgoneta. Dimos una breve vuelta por el pueblo y terminamos llegando a ese lugar idílico, llamado escuela: una pradera verde con enormes árboles y lapachos en flor.
Nos recibieron con otro gran cartel… y la televisión local ¡MAMÁ HE SALIDO POR LA TELE! Marilin nos lo había comentado unos días antes y anticipar esas cosas en tu imaginación es especialmente divertido.
Pasamos la mañana en el taller para padres de la escuela donde pudimos compartir un ratito con ellos escuchando sus testimonios e inquietudes.
Los niños esa mañana estaban participando en la jornada deportiva en la que fueron obsequiados con deliciosas galletas de las cuales no dejaron ni una.
Mientras todo esto ocurría Gus, el marido de Marilin estuvo preparando un delicioso asado ¡nuestro primer asado argentino! Pasamos la tarde con los más mayores de la primaria, jugamos al voleybol y tuvimos una agradable charla con Gabriela, una de las profesoras que lleva desde el primer día allí. Junto con la directora nos contaron cómo comenzaron a dar las clases debajo de un árbol,  cómo fueron construyendo poco a poco la escuela y  lo orgullosas que están de poder trabajar en Fe y Alegría.

Una vez más nos fuimos enamorados del proyecto, de la dedicación de los profesores, de las sonrisas de los niños, de la ilusión de los padres.

Terminadas las clases Marilin y Graciela nos acompañaron a dar una vuelta por el pueblo y a seguir contándonos anécdotas tanto de la escuela como de BellaVista… como que en las islas que están enfrente de la costanera viven infinidad de bestias…aunque aún no sé si nos tomaron el pelo...









Pd. En la entrada de Resistencia se nos olvidó mencionar que gracias a Vanesa pudimos probar la miel de Taco Pozo. Sí, sí, después de hacer fotos a miles de abejas enfurecidas nos fuimos de allí sin probar su miel, aturdidos por tanto zumbido de abeja y después de un gran testimonio de Beatriz se nos fue el santo al cielo y la posibilidad de probar la miel con él. Comentando con ella esta gran oportunidad perdida nos trajo dos botes que llevamos con mucho cariño a España para poder compartirla con nuestros amigos y familiares. ¡GRACIAS, VANESA!

lunes, 22 de agosto de 2016

Resistencia


Lo primero agradecer a Vanesa la atención y dedicación que tuvo con nosotros. Nos contactó unos días antes y estuvo pendiente de nosotros en todo momento. Otro cartel de bienvenida y una sonrisa enorme nos recibió en la entrada. 
Pasamos toda la mañana con ella, recorriendo las aulas y haciendo entrevistas a los jóvenes. Todos hablaban con tanto respeto de Fe y Alegría que quisimos preguntar más y fue cuando, a través de la directora y de Vanesa descubrimos la realidad del barrio y la gran labor que lleva a cabo el centro con los jóvenes prestándoles apoyo, escuchando y ayudando en todo lo que pueden.
A medio día fuimos a Primaria donde Neli nos invitó a unas deliciosas empanadas y pudimos asistir a la celebración del día de San Martín. Otra gran experiencia. 
Pasamos la tarde entre el Jardín y la Primaria y la verdad que disfrutamos mucho con los niños, fue un rato muy agradable poder sentarnos a jugar con los pequeñines y leer cuentos con ellos y tener divertidas conversaciones con los niños más mayores. La clase de plástica se llevó uno de nuestro mejores momentos escuchando a cada niño explicar sus dibujos. Divertidísimo.
Una vez más, como en todos los centros que hemos visitado hasta ahora, nos vamos con la certeza de saber que estos chicos y chicas han encontrado en Fe y Alegría el amor que todos ellos se merecen y que tienen un espacio donde poder seguir siendo lo que son aunque a la sociedad se le olvide: Niños.



viernes, 19 de agosto de 2016

Ongay


Ongay
Nos recibió Verónica quien nos dio una vuelta por el centro de Primaria. Tenemos que agradecer la paciencia que nos tuvo porque nos movimos por el colegio a nuestro antojo entrando y saliendo de las aulas y dedicando el tiempo que quisimos. Se nota su paciencia infinita de maestra.
Pudimos ver el aula de informática donde la mayoría de los ordenadores no funcionaban. Nos sorprendió la antigüedad de los equipos y el hecho de que no puedan conectarse a internet porque los softwares son de cuando nosotros éramos pequeños (y ya pasamos la treintena). Se nos saltaron los colores viendo que en ocasiones las donaciones que se hacen desde países como el nuestro, no parecen ser siempre todo lo cuidadosas que deberían.

A última hora de la mañana fuimos a Secundaria donde conocimos a Dorita que, junto con Verónica nos llevaron a comer a una gasolinera, por eso de no añorar Taco Pozo...
Pasamos la tarde grabando los testimonios de los chicos de Secundaria y conocimos a Luis, quien nos acompañó a Iprof donde disfrutamos mucho con las fotos en los cursos para jóvenes y adultos. Las chicas del taller de peluquería fueron muy amables dejándonos fotografiarlas despeinadas y en plenos tratamientos capilares. Unas fotos muy divertidas para nosotros junto con las de costura, donde vimos trabajar las máquinas y el sistema de corte y patronaje ¡qué bonito!

Cerramos el día entre chispas, cables, virutas y ordenadores. Las cámaras ya no sabían a qué enfocar. Una tarde realmente divertida y diferente.

De Ongay nos llevamos la ilusión de los jóvenes, el futuro de los más pequeños y la responsabilidad de los mayores. La entrega e implicación de todos ellos en esta escuela que a pesar de estar rodeados de varias dificultades, luchan por ayudarse entre todos. De Ongay nos llevamos que querer es poder, que los chicos y chicas del barrio aprenden a crear sus propias empresas, aprenden a respetar y ser respetados en el trabajo, aprenden de los mayores, y aprenden lo más importante: a creer en ellos mismos.







lunes, 15 de agosto de 2016

Taco Pozo

Nada de lo que nos habían dicho de Taco Pozo le hace justicia. Es cierto que el hotel no es un cinco estrellas, pero por fin podremos decir que dormimos en una gasolinera... y ni tan mal. Hasta eso tuvo su encanto.

Llegamos el miércoles por la noche desde Embarcación algo cansados del viaje. Fuimos recibidos por tres caballos cruzando al galope por la carretera. Era un aviso de lo que nos esperaba por ver a la luz del día.

La mañana del jueves llegamos a la escuela de Secundaria donde Daiana, Claudia y Matilde nos recibieron mejor qué bien, ¡Hasta teníamos un cartel con nuestros nombres! Fue un momento muy bonito, quizá por el cansancio, por la prisa de sacar las fotos o por no saber ya en qué día de la semana estábamos pero fue un regalo ver aquel recibimiento y ese cariño después de 3 o 4 días sin parar.



A media mañana nos llevaron a conocer a una familia muy implicada en la escuela: la señora Nieves preparó el primer mate cocido de Fe y Alegría en Taco Pozo. Y una de sus hijas cedió su casa para iniciar el Jardín de Infantes. Nos recibieron en su casa haciéndonos sentir como en la nuestra. Corriendo llegamos a la escuela Primaria donde pudimos ver la formación de los niños para despedir el día.



Durante la comida pudimos charlar con Mercedes y desengranar un poco el funcionamiento de la escuela. Es impresionante el seguimiento que hacen de los alumnos, la responsabilidad voluntaria de los profesores por conseguir que sus chicos salgan adelante, los ánimos, la paciencia y el interés.

Por la tarde Beatriz nos llevó a la finca donde pasamos una tarde deliciosa y no sólo por la miel. La experiencia de ponerse el traje de apicultor y estar rodeados por miles de abejas es algo impresionante. Además los jóvenes que estaban haciendo sus prácticas fueron muy cuidadosos con nosotros.


Sacamos unos minutos para ir a conocer al equipo de fútbol donde el entrenador nos habló de su preocupación por las niñas que no tienen cabida en deportes de equipo y la necesidad de buscar una actividad que les anime y motive. Desde aquí le mandamos todo nuestro apoyo en su proyecto, es fantástico ver a personas tan implicadas en la comunidad.


Terminamos el día viendo a los alumnos del taller de albañilería hacer las prácticas en el propio edificio del colegio ¡por eso está todo tan bien cuidado!


Al día siguiente conocimos a los jóvenes músicos de Secundaria, fue muy divertido sacarles fotos tan entregados, verdaderas estrellas de la música.


Fuimos corriendo a primaria para terminar de hacer fotos a los más pequeños que nos regalaron unos momentos maravillosos. Realmente terminamos nuestra visita con la certeza de saber que en algún momento tendremos que volver a ver a estos niños, a este gran, gran equipo docente a todas y cada una de las personas implicadas en esta pequeña población en mitad de una interminable carretera con unos corazones tan grandes que nos acompañaran a España de vuelta.















P.D: Queríamos hacer una mención especial a Paquito, el coche de Fe y Alegría. En él hemos viajado junto con Sebas desde Salta-Embarcación-Taco Pozo y vuelta. Ha sido un compañero más en el viaje, una oficina para trabajar, un asiento donde descansar y hasta restaurante donde comer algo rápido en el camino. ¡Gracias, Paquito!

jueves, 11 de agosto de 2016

Embarcación


El martes llegamos cerca de las 21:00 a Embarcación, es una pena llegar a los sitios de noche, porque te pierdes la vida diaria de la ciudad.

Embarcación amaneció fresca y llegamos a la escuela un poco destemplados. Nos pasa a veces que necesitamos tiempo para calentar el cuerpo y el ojo para hacer fotos. Emanuel hizo de anfitrión y nos fue introduciendo en la realidad del barrio. 
Lo primero que nos llamó la atención fue la cercanía de los niños, enseguida se acercaron a ver (y tocar) las cámaras. Todos querían fotos ¡qué modelos más entregados! Preguntaban y querían saber cuanto más, mejor. Esa curiosidad mágica que tienen los niños...
A lo largo de la mañana nos dimos cuenta de la realidad del barrio en el que nos encontrábamos: un lugar con tantas carencias afectivas que las materiales pasaban casi desapercibidas.
Por suerte la escuela de Fe y Alegría es un oasis para estos niños, un lugar donde tomar mate cocido, jugar con los amigos y recibir parte de ese cariño que tanto necesitan.
Por la tarde fuimos a dar una vuelta por el barrio de la mano de los líderes de las clases de secundaria. Nos cruzamos con muchos niños de la escuela que se asomaban a saludarnos desde sus casas. La vuelta terminó con nosotros muertos de calor, fritos a mosquitos y cruzando el basural ¡toda una experiencia! 

Hay sitios que te tocan de una manera diferente... No tiene porque tener una explicación lógica, ni significar nada. Embarcación es uno de esos sitios que te llevas para casa, le das vueltas e intentas entender...intentas entender y al final no entiendes nada. 

Salimos con Sebas de camino a Taco Pozo, aprovechando el viaje para revisar las fotos del día. Es increíble la paciencia que nos tiene. Ha sido una suerte que tuviera que visitar los centros a la vez que nosotros. Menudo personaje, no hemos parado de reír y pasar buenos ratos con él desde que le conocemos. Todo un regalo tenerlo de remisero durante esta parte del viaje.